lunes, noviembre 04, 2013

Carta publicada en el diario LA NACION. 04-11-13



DEMANDA

Respecto de la información publicada el martes pasado sobre la demanda planteada contra la revista Barcelona por satirizar una protesta mía, "encadenada" al Edificio Libertador, quiero aclarar que una cosa es la crítica y la sátira política, y otra la obscenidad, rayana en la pornografía, con la imagen de alguien que no dio su autorización para semejante exhibición trucada. Hasta tal punto fui y soy respetuosa de la libertad de expresión que nunca demandé a un medio a pesar de las ácidas críticas políticas recibidas, tildándome de "defensora de genocidas", cuando sólo reclamo juicios justos e igualdad ante la ley.

No creo que la libertad de expresión corra peligro en este juicio. Todo lo contrario, la libertad de expresión se pone en riesgo cuando uno pierde su trabajo por pensar distinto o cuando sólo se escucha una sola campana, como sucede con este tema, donde sólo se consulta a una de las partes y la mayoría de los medios no da derecho a réplica. Fopea, que respaldó a la revista Barcelona, se olvida de algunos puntos de su código de ética. El artículo 5 dice: "El buen gusto es un valor periodístico, por lo que la curiosidad escatológica, la estridencia innecesaria y la morbosidad son actitudes a evitar". El artículo 13 declara: "Las fotografías y tomas de video deben ser exactas y fieles a la realidad que intentan reflejar. Eso excluye las escenas montadas con propósito de manipulación. Cuando se realice un montaje, debe ser explicitado claramente que se trata de una recreación". La revista Barcelona no sólo manipuló a sus lectores, trató a una persona como una cosa, como un objeto, sin explicar claramente que se trataba de una recreación indecorosa e indigna, sin criterio ni ética alguna, no midiendo en ningún momento los daños colaterales ocasionados en mi familia, amigos y compañeros de estudios de mis hijos, mis padres, hermanos, etc.

La revista Barcelona tuvo libertad para expresar lo que quiso. Ahora tiene que hacerse responsable del daño que causó por el mal uso de su libertad.

María Cecilia Pando
DNI 18.046.597

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