Finalmente la verdad.
A la excusa de que sólo iban a quitar el cóndor le oponemos estas imágenes.
Han demolido totalmente el monumento que recordaba la más aplastante derrota del terrorismo subversivo: el monumento a los Bravos de Manchalá.
Lo que no podrán es demoler el recuerdo de lo que fue la vergüenza guerrillera, que una columna de más de cien subversivos fue obligada a poner pies en polvorosa por sólo nueve soldados conscriptos que se encontraban casualmente pintando una escuela. La mayor y más ignominiosa derrota del ERP.
Se les habrá consumido el hígado de rabia durante tres décadas mirando el altivo monumento que les recordaba, todos los días, que habían sido unos infames cobardes.
Lo que no han conseguido por el enfrentamiento armado, lo han conseguido con lágrimas de cocodrilo y la complicidad de una sociedad estúpida, ensimismada, distraída que despierta lentamente de su sopor.
1 comentario:
Repugnante complicidad del actual Ejército Montonero Argentino. De todas maneras, la vida de una nación es muy larga, y cuando esta pesadilla haya terminado se podrá volver a erigir el monumento. Lo mismo podrá hacerse con las placas del juez Quiroga, el busto del comisario Villar, etc.
De momento, paciencia.
Y buena memoria.
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